A principios del siglo XX, la inmigración europea a Estados Unidos estaba en su apogeo.
En un esfuerzo por desviar parte de ese tráfico lejos de la ciudad de Nueva York, el gobierno federal pidió a las líneas de barcos de vapor eligieran puertos auxiliares para sus operaciones. La Línea Fabre eligió a Providence.
Principalmente inmigrantes portugueses e italianos llegaron a Providence por la Línea Fabre.
A lo largo de sus veintitrés años de historia en Providence, la Línea Fabre trajo a la ciudad casi ochenta y cuatro mil (84,000) inmigrantes. Casi uno de cada nueve eligió establecerse en Providence, lo que sumó alrededor de unos once mil nuevos residentes.