Museum mill floor

EXPOSICIÓN: LA SALA DEL MOLINO

Las dos máquinas situadas aquí en el piso son la mula de hilar y el telar. 

La mula de hilar era manejada por un hombre, el hilador de mula. Uno de los trabajos mejor pagados de la fábrica. Altamente calificado. 

El telar solía ser manejado por mujeres tejedoras. Las bobinas de hilo de buena calidad se insertaban en las lanzaderas. Obsérvese cómo la mujer tiene el cabello recogido en un moño para evitar que se enganche en la máquina. 

Al igual que la rueca tradicional que vimos en el pórtico de la granja, la mula de hilar sacaba fibras de algodón, lana y otros materiales y las retorcía hasta convertirlas en hilo o la hilaza. Los telares mecánicos realizaban la misma tarea que el telar manual para urdir telas, pero no necesitaban manos humanas para mover la lanzadera de un lado a otro, y un solo operario podía ocuparse de varios telares. 

Los niños estuvieron entre los primeros trabajadores industriales de la historia de Estados Unidos.Los niños siguieron siendo una parte importante de la fuerza laboral hasta 1938, cuando la Ley de Normas Razonables de Trabajo declaró ilegal el trabajo infantil. 

Los jefes se aprovechaban de los cuerpos pequeños y ágiles de los niños y los utilizaban para realizar tareas que los adultos no podían, como arreglar los hilos debajo de una máquina en movimiento. 

A principios del siglo XX, las leyes sobre el trabajo infantil prohibían que los niños dejaran la escuela para trabajar en las fábricas antes de los 14 años. Rápidamente se convirtió en una práctica común que los padres y los funcionarios públicos falsificaban los permisos de trabajo, permitiendo que los niños trabajen cuando tenían tan solo ocho años. Las fábricas eran lugares peligrosos. Eran increíblemente ruidosas y calurosas, con un aire de mala calidad y piezas de máquinas en movimiento sin protección. 

En las fábricas textiles no se podían abrir las ventanas a causa de que los cambios en niveles de humedad rompían los hilos. Las salas de trabajo se mantenían calientes y húmedas para evitar hilos rotos. 

Las fábricas eran increíblemente ruidosas: muchos perdieron la audición o tenían problemas respiratorios debido a la inhalación de fibras. 

“El beso de la muerte” era una frase que se utilizaba para describir la propagación de la tuberculosis a través del acto de chupar hilo a través de un pequeño agujero en la lanzadera de madera. A esto se le llamaba “besar la lanzadera,” y se practicaba cientos de veces al día. 

El capitalismo fomentó el aumento de la productividad y la disminución de los costos laborales. Esto significaba que los trabajadores se veían obligados a atender más máquinas y a acelerar la producción, muchas veces a costa de la seguridad. Los hombres solían ocupar puestos más calificados, como los reparadores de telares, los hilanderos de mula y los maquinistas, por lo cual recibían los salarios más altos. 

Para proteger sus prerrogativas y oficios, los trabajadores calificados solían organizarse en sindicatos. 

Salarios bajos: en 1905 un hombre ganaba $9.88, una mujer $7.80 y un niño $3.96. En aquella época no había leyes que regularan el salario mínimo. Los niños daban su salario a sus familias. A veces los padres les devolvían 5 centavos para gastar en duces y cosas por el estilo. 

El horario de trabajo era de lunes a viernes de 6 de la mañana a 6 de la tarde, con una hora para comer, y los sábados de 6 de la mañana hasta mediodía.

MUSEO DE TRABAJO Y CULTURA
  1. INTRODUCCIÓN
  2. EXPOSICIÓN DE LA GRANJA QUEBEC DE FREDERICK Y ALICE REINHARDT
  3. FLUYENDO A TRAVÉS DEL TIEMPO
  4. LA IGLESIA
  5. LA TRANSICIÓN
  6. EXPOSICIÓN: LA SALA DEL MOLINO
  7. EXPOSICIÓN DEL NAVIGANT: EL TESORO DE LA VIDA
  8. LA ESCALERA
  9. EXPOSICIÓN DE BÉISBOL
  10. VIVIENDA DE TRES NIVELES
  11. MOLINOS A LO LARGO DEL BLACKSTONE
  12. EXPOSICIÓN: EL AULA PARROQUIAL- (c.1929)
  13. INDUSTRIALES DE WOONSOCKET
  14. SALÓN DE LA UIT
  15. EXPOSICIÓN DE VETERANOS “LT. GEORGES DUBOIS”