La gran cabina sirvió como un espacio para que los miembros de mayor rango de la tripulación comieran, socializaran, jugaran y discutieran planes. Los aspectos de la navegación probablemente también habrían tenido lugar aquí. Entre la tripulación de la flota de Drake había alrededor de 12 caballeros, hombres de rango y posición en tierra que estaban a bordo en busca de aventuras, gloria y poténciales ganancias financieras. Entre ellos estaba Lawrence Eliot, un botánico aficionado; Thomas Doughty, abogado; John Doughty, su hermano; y Francis Fletcher, el capellán del barco.
Estos hombres habrían ocupado asientos de honor durante las ceremonias religiosas.
Hubo cierta tensión entre los marineros y los caballeros, los primeros creían que los segundos serían una intrusión no deseada en su mundo marítimo. Los caballeros tenían autoridad sin experiencia y, en ocasiones, se negaron a trabajar junto a los marineros. En un momento del viaje, las tensiones se desbordaron y los oficiales superiores de uno de los barcos gemelos de The Golden Hinde despojaron a los caballeros de sus raciones y se las dieron a la tripulación. El problema se alivió parcialmente tras la ejecución de Thomas Doughty, sobre el que puedes obtener más información en la cubierta de proa.
Las puertas a ambos lados de la cabina conducen a la galería, una especie de balcón para mirar y pelear. Probablemente habría servido como letrina de caballeros, un espacio un poco más privado para tomar un orinal o para ir al mar.
En nuestra gran cabina hay una réplica de una corredera, un dispositivo simple que se usa para medir la velocidad. El 'tronco' triangular habría sido arrojado al agua y la cuerda se habría soltado mientras el barco se alejaba. Se ataban nudos en la cuerda a intervalos regulares, y los marineros habrían contado cuántos pasaban por sus manos en 30 segundos.
Cuantos más nudos, más rápido va el barco. Todavía hoy medimos la velocidad de los barcos en nudos. La velocidad media de nuestro Golden Hinde es de unos 4-5 nudos.