El Altar Mayor es el principal y más grande de los siete altares que se encuentran en esta iglesia. Está hecho, en parte, a partir del original de piedra. Está adornado con una serie de frontales de colores apropiados según los tiempos litúrgicos del año eclesiástico. En el Altar se consagra y se comparte el pan y el vino. Estos símbolos nos hablan del sacrificio de amor que Jesús hizo en la cruz por cada uno de nosotros, donde se partió su cuerpo y se derramó su sangre.
Encima del altar hay un bajorrelieve de la Virgen con el Niño, realizado en 1935 por Martin Travers.
Mire hacia arriba y observe las vidrieras con Dios entronizado a la izquierda, y el cordero a la derecha que simboliza a Jesucristo. La mampostería de las ventanas normandas originales había sido sustituida a finales del siglo XIII, en el estilo decorativo temprano, para permitir que entrara más luz en la iglesia. En 1890 se rellenaron con este vidrio oscuro y con un diseño muy denso, que en gran medida anuló esta ventaja. Sin embargo, de cerca, los colores son magníficos. Las dos ventanas, realizadas por James Powell and Sons, tienen un tema complementario: "Al que está sentado en el trono y al Cordero, bendición, honor, gloria y poder" (Apocalipsis 5, versículo 13).
De espaldas al Altar Mayor, avanze unos pasos hacia el presbiterio.