Esperamos que disfrute de la paz y la belleza de este lugar sagrado.
Aquí se ha adorado a Dios durante más de mil años y durante los últimos novecientos en esta gran iglesia normanda.
La abadía original data de aproximadamente el año 907 d.C., siendo refundada en el año 967 como abadía benedictina de monjas. Sobrevivió a la disolución monástica gracias a la fe y la previsión de cuatro "guardianes" de la abadía que solicitaron a Enrique VIII la compra de la iglesia por 100 libras. Hoy en día sigue siendo el centro espiritual de la vida de la ciudad y de la comunidad.
La Abadía es un lugar de oración y peregrinación y contiene muchas riquezas históricas y arquitectónicas de toda su historia.
Esperamos que disfrute de su visita y que reciba y sienta algo de su paz, tranquilidad y santuario.
No se trata sólo de un edificio, sino de piedras vivas que hablan de la majestuosidad de Dios y del amor de su Hijo, Jesucristo, por toda la humanidad. Esperamos que le recuerde que formamos parte de un cuadro mayor de los planes y propósitos de Dios para todos nosotros.
Diríjase a la parte trasera de la Abadía, a los escalones de la pila bautismal. Este es el punto de partida de su visita.