“Cuando mi padre murió, mi madre necesitaba que yo empezara a ganar dinero, así que ahora soy una muchacha que da recados en una fábrica de papel. Hago 75 centavos al día enviando mensajes y paquetes a diferentes fábricas de papel. Siempre ando corriendo, corriendo, corriendo. Es una gran fábrica.”
-Chrisitna Miller, mujer blanca, edad 15