Desde arriba, los corales parecen rocas... pero en realidad son animales muy frágiles y hermosos. Sí, ¡están vivos! Los corales no fabrican su propio alimento como las plantas. Tienen diminutos brazos en forma de tentáculos que utilizan para capturar su alimento del agua y llevarlo a la boca. La mayoría de los corales constructores de arrecifes contienen algas fotosintéticas, llamadas zooxantelas, que viven en sus tejidos. Los corales y las algas tienen una relación simbiótica. El coral proporciona a las algas un hogar y, a cambio, las algas ayudan a alimentar al coral.
Los arrecifes de coral sanos son uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra. Sin embargo, los ecosistemas coralinos se enfrentan a graves amenazas, principalmente por los efectos del cambio climático global, la pesca insostenible y la contaminación terrestre.
Al propagar nuestros propios corales aquí en el acuario, evitamos la recolección de estas preciosas criaturas del océano. Las condiciones de nuestras instalaciones, la química del agua y la iluminación favorecen el crecimiento de los corales y los mantienen vivos, sanos y hermosos.