ANEMONAS
Se parecen mucho a las coloridas plantas de gran floración, pero las anémonas de mar son en realidad animales invertebrados, primos del coral y las jaleas de mar. En su parte superior, tienen una boca central rodeada de tentáculos fuertemente agrupados que se asemejan a boas de plumas.
Aunque muchas prefieren quedarse fijas en un lugar, algunas anémonas optan por moverse de un punto a otro. Algunas se arrastran lentamente por las superficies utilizando la succión de sus pies, como harían las babosas en tierra. Otras anémonas dan volteretas o saltos mortales. Y otras, simplemente se sueltan de la superficie a la que se aferran y se dejan flotar o "nadan" retorciéndose suavemente por el agua.
Las anémonas utilizan los coloridos y casi iridiscentes tentáculos que rodean su boca para disparar nematocistos en forma de arpón, inyectando una neurotoxina paralizante en su presa. Su comida es guiada hacia la boca por sus tentáculos. El mismo poder de fuego tóxico se utiliza cuando una anémona se siente amenazada. Esto puede ocurrir si el animal recibe el más mínimo contacto. Si una picadura no es suficiente para rechazar la amenaza, las anémonas pueden introducir sus tentáculos en su cuerpo y esconderse en sus propios huecos.
ESTRELLAS DE MAR
Las estrellas de mar tienen cientos, a veces miles, de diminutos pies tubulares bajo cada brazo. En lugar de tener un cerebro central que indique a cada pie cuándo debe moverse, la mayor parte de la toma de decisiones corresponde a cada uno de ellos. Cada pie tubular es capaz de utilizar el olfato, el gusto y el tacto para entender el mundo que le rodea.
No tienen cerebro ni sangre, por lo que utilizan agua de mar filtrada para bombear nutrientes a través de su sistema nervioso.
Pueden regenerar sus miembros. Un miembro perdido puede tardar un año en volver a crecer.
Comen al revés. Cuando capturan una presa, su estómago sale de la boca para digerir la comida y vuelve a entrar en el cuerpo cuando terminan de comer.
CANGREJO ERMITAÑO
Los cangrejos ermitaños son una especie de crustáceo con el abdomen blando y viven en conchas marinas vacías que encuentran en el fondo del océano. A medida que crecen, necesitan caparazones cada vez más grandes. Cuando un grupo de cangrejos ermitaños de distintos tamaños encuentra un caparazón vacío se produce un fenómeno interesante. En primer lugar, los cangrejos se alinean en orden decreciente de tamaño. El cangrejo más grande de la fila se mete en el nuevo caparazón vacío. El segundo cangrejo de la fila se traslada al caparazón original del primero, dejando su caparazón vacío para que lo habite el tercer cangrejo, y así sucesivamente.