Estos nativos de América del Norte pueden tolerar una amplia gama de temperatura y salinidad y se pueden encontrar en casi cualquier agua dulce poco profunda desde Canadá hasta México. Los adultos pueden pesar entre 3 y 5 libras y medir hasta 12 pulgadas, y se alimentan de cualquier insecto, pez o planta lo suficientemente pequeño como para comerlo. Su pequeño tamaño y su prolífica tasa de desove los convierten en una importante fuente de alimento para la lubina y otros peces de mayor tamaño.
Los rasgos que los hacen valiosos en sus hábitats nativos los han convertido en plagas en otros entornos en los que han sido introducidos y se consideran especies invasoras en toda Europa, Asia y Sudáfrica.